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Carolina Cruz confiesa que tuvo una deuda de $2.800 millones: ‘Lo mío no es la plata’
La fama y el éxito pueden a veces ocultar las luchas y desafíos detrás de las sonrisas radiantes que vemos en la pantalla. Carolina Cruz, una de las presentadoras más queridas de la televisión colombiana, reveló recientemente en su podcast ‘Mi Mundo, Mis Huellas, Mi Verdad’ un capítulo oscuro de su vida financiera que casi la lleva a la quiebra y la locura.
En un relato sincero y conmovedor, Cruz compartió cómo delegó la administración de sus finanzas a su hermano, confiando en su capacidad para manejar los negocios familiares. Sin embargo, lo que comenzó como una prometedora empresa que incluía diversos rubros como joyería, zapatos, fajas y perfumes, pronto se convirtió en una espiral de deudas y malas decisiones.
«Empezamos a abrir nuevos locales, a pagar arriendos carísimos, a poner el negocio en franquicia sin saber cómo era eso», admitió Cruz. Además, reveló un grave error: retirar mensualmente dinero de las empresas para cubrir gastos personales, creando una dependencia insostenible que terminó por ahogar las finanzas de la empresa.
Inicialmente, se le informó a Cruz que la deuda ascendía a 500 millones de pesos, una cifra considerable pero manejable con esfuerzo. Sin embargo, el verdadero shock llegó cuando se descubrió que la deuda había crecido hasta alcanzar los desorbitantes 2.800 millones de pesos. Esta revelación no solo puso en peligro la estabilidad financiera de Cruz, sino que también fracturó su relación con su hermano.
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«Yo no soy una mujer millonaria, lo mío no es la plata», confesó Cruz, subrayando la importancia de reconocer las propias limitaciones y aprender de los errores. Para hacer frente a esta crisis, tuvo que vender un apartamento y adquirir préstamos, sacrificando valioso tiempo con sus hijos y comprometiendo su bienestar personal en pos de saldar la deuda.
Fueron dos años de arduo trabajo y sacrificio, negociando con los bancos y dedicándose por completo a estabilizar su situación financiera. «Trabajé muchísimo, como nunca lo había hecho», dijo Cruz, destacando la determinación y la fuerza de voluntad que la llevaron a superar esta adversidad.
El relato de Carolina Cruz es un recordatorio de que incluso las figuras públicas enfrentan dificultades financieras y cometen errores. Sin embargo, también es un testimonio inspirador de resiliencia, determinación y la capacidad de sobreponerse a los desafíos más difíciles. Su historia nos enseña la importancia de la prudencia financiera, la transparencia y la búsqueda constante de aprendizaje en el camino hacia la estabilidad económica y el bienestar personal.
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